lunes, 12 de noviembre de 2012

Historia Como esas Olas

DATOS


Título: Como esas Olas (Septiembre 2012).
Autor: Mayura.
Género: Drama/Romántica.
Núm. Páginas: 1.
Tipo: Relato único.
Descarga: Aquí.
Web Autor: Volando entre lo Prohibido






HISTORIA
Abrí los ojos y una brisa cálida me removió el pelo, mis pies tocaban descalzos la hierba verde y mis ojos disfrutaban de una vista maravillosa. Veo el horizonte después de ese inmenso océano, veo las olas alzándose majestuosamente sobre la arena, veo también el gran precipicio que hay delante de mi, tentándome a que me acerque. Y finalmente te veo a ti, ami lado, cogiéndome de la mano con una sonrisa.

Tomo aire, y lleno mis pulmones de oxigeno. Lo necesitaba. Mi corazón bombea con tanta fuerza que mi pecho se queja. Después cierro los ojos con lentitud, no quiero que esto sea un sueño, quiero comprobar si al volverlos a abrir todo esto seguiría en mi mente, llenándome de una felicidad eterna. Te cojo de la mano fuertemente antes de volverlos a abrir. Sentir tu tacto era tan sobrecogedor que mis pies ahora no tocan al suelo. Me sentía flotando en el aire con tu mirada hipnotizada sobre mi.

Luego, me preguntas si te quiero con una suave voz. Intento que las palabras salgan de mi cuerpo, las empujo hacia su salida pero lo único que me sale son gruñidos sin sentido y sílabas sin terminar, mis palabras resuenan en mi interior como una canción interminable, pero por fuera lo único que escucho era un silencio. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba intentando hacer algo imposible y yo otra vez soy incapaz de responderte. -No puedo! No puedo!- Grito por dentro y tu poco a poco vas borrando tu sonrisa de tu rostro sin piedad. Me coges de las dos manos, mientras acercas tu rostro junto al mio y vuelves a preguntar. -¿Me quieres?- Si, te quiero, te quiero más que nada en este mundo. Te quiero, te amo, te necesito- millones de palabras que podría decirte en este momento, pero no puedo. Mi garganta se queja, noto el dolor asfixiante en mi pecho y ahora me falta aire en mi cuerpo. Mis piernas, que antes no tocaban la hierba ahora se aguantan sin fuerzas sobre el suelo. Tu me sigues mirando, viéndome como escupo sangre, viéndome intentar hablar sin lograrlo. Y ahora mi corazón se encoje, al verte tan indiferente, tus ojos no ven lo que estoy gritando por dentro y eso me desespera. -¿Acaso no lo sientes? ¿No oyes mis gritos pidiendo que me escuches? ¿No ves ese rojo que tiñe mis labios?. Esos labios que tanto desean rozar los tuyos.-

Acaricio tus mejillas, sin saber que seria la ultima vez que los rozaría. Intento hacerte entender que soy débil, que necesito a un príncipe que me coja del brazo para no caerme. Pero tu simplemente apartas la mirada, y te apartas de mi como si con ese gesto no tuvieras suficiente. El ruido de las olas romperse en la playa se hace más fuerte mientras te vas. Me miras como si nunca nos hubiéramos conocido y me abandonas en medio de este paraíso dejándome con los sollozos sin salir. Mis gritos interiores se convierte en lagrimas que ahora, con tu marcha, caen sin cesar.

Eres como esas olas, vienen y se van y lo único que dejan son los restos de un corazón roto. No voy a seguir llorando porque se que tu aun estas bajo ese acantilado en forma de ola. Me acerco al borde del precipicio con la mano en el corazón, un corazón que ya no le quedan fuerzas para latir. Y finalmente doy un paso hacia adelante empujado por mi miedo a perderte.


“Rodeame con tus brazos, y hazme levitar en el cielo, quiero alcanzar las nubes junto a ti y sentir la suavidad de tus caricias.” Recuerdo que esa era la frase en que pensé antes de dormirme y caer en una profunda pesadilla.


1 comentario:

May dijo...

Me ha gustado mucho la historia, pese a lo triste que es. Le ha dado un buen juego a las olas como metáfora a cómo es él.

El detalle de la última frase ha sido un puntazo :)

Un beso, me pasaré por la web.